miércoles, 19 de septiembre de 2012

Desamor.

Dicen que perder a alguien que quieres duele, que es como si se te encogiera el corazón, como si te clavaran un puñal en el centro del pecho. La verdad es que doy fe de ello pero a mí no solo me duele el corazón, me duelen todas y cada una de las células de mi cuerpo. Me siento cansada, me torturo manteniendo a mi mente ocupada las 24 horas del día para evitar pensar en ti. Sin embargo, cuando duermo mi corazón se apodera de mi cabeza y la llena de pájaros y de sueños en los que tú sigues aquí. La cama se me hace ancha, los días se vuelven muy largos, los chicos se hacen invisibles, no puedo sentir nada por nadie. Voy por la calle y voy mirando al suelo, es que se ve en mi mirada, se ve la decepción. Es obvio que mis ojos no brillan cuando sonrío, la felicidad no les acompaña y tu recuerdo muy de vez en cuando los empaña.

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