domingo, 6 de octubre de 2013

Born to fly.

Hoy quiero escribir para todas esas personas que han sido dadas de lado, ignoradas o maltratadas de alguna manera por alguien a quien ellas querían, por alguien que decía quererlas.

Quiero deciros que esa persona no merece la pena, que si no quiere estar en tu vida no debes de darle el privilegio de estar en ella.

No necesitas a nadie a tu lado que no esté dispuesto a luchar por ti en todo momento. Y es que todos sabemos estar en los momentos buenos, reír las victorias y brindar con vino, cerveza, ron o champán.

Pero, en los malos momentos... ¿Quién está ahí para coger tu mano mientras lloras, quien para secarte las lágrimas, quién para darte un chute de cariño que te suba el ánimo?

En las buenas están todos y todos los que se puedan aprovechar de ti, lo harán. Pero cuando las cosas se ponen feas, ahí es donde fallan todos.Todos huirán como gallinas de tu lado con excusas de todo tipo, a cual más absurda.

Aléjate de esas personas, no derrames ni una lágrima porque quieras hablar con alguien y ese alguien nunca te hable.

Hay personas para las que siempre has estado cuando te necesitaban, por las que has llorado cuando las necesitabas y no estaban. Y las has mantenido a tu lado. ¿Y para qué? ¿De verdad crees que merece la pena dar algo por alguien que por ti no da absolutamente nada?

La amistad y el amor siempre son cosa de dos, uno da lo que recibe y recibe lo que da. Sin embargo, cuando un lado de la ecuación está descompensado, la igualdad ya no se cumple y, ¡a la mierda la ecuación!

Porque todos en algún momento de nuestra vida hemos llorado porque nos faltaba alguien, hemos pensado que íbamos a morir de tanto echar de menos y habríamos dado cualquier cosa por estar con ese alguien que sin ningún motivo y explicación se había ido de nuestro lado.

No sirve de nada, no merece la pena sufrir ni medio segundo por alguien así. Parecerá que has caído del borde del acantilado y que te precipitas al vacío sin nada que te frene, ni siquiera el aire. Y será ahí, cuando hayas tocado fondo, cuando estés tan cerca del suelo que puedas sentirlo cuando comenzarás a subir sin parar. Y no pararás nunca.

Creerás que nunca vas a ser así de feliz en tu vida, que lo has perdido todo. Tiempo al tiempo, ten paciencia, serás aún más feliz y tendrás mucho más de lo que en un pasado tenías.

Porque en realidad a la larga esas personas nos hacen un favor, nos hacen más fuertes. Porque una vez que hayas tocado tu punto más bajo, serás tan fuerte que ya no volverás a bajar.

¿Para qué bajar en picado para volver a subir? Ahórrate las lágrimas, el sufrimiento, la bajada, sube sin tener que bajar.

Ríete de esas personas, pero ríete hasta que te duelan los mofletes y creas que vas a vomitar del dolor de tripa. Enséñales los dientes, las encías, el dedo pulgar, el corazón y todo lo que quieras para demostrarles lo muy insignificantes que son ahora en tu vida.

Imprime una foto suya y hazle budú con chinchetas bien afiladas, pero no llores ni sufras por nadie porque aquellos por los que verdaderamente merece la pena sufrir o llorar, nunca te harán hacerlo.

Todos alguna vez hemos creído estar enamorado por el hecho de querer mínimamente a alguien y entonces ha llegado alguien a quien queremos 1134813897491384 veces más y nos hemos reído por creer que era amor lo que aquella otra vez sentimos.

Todos hemos creído que habíamos perdido a nuestro mejor amigo y nos hemos encontrado con otros que eran infinitamente mejores que él.

Porque la vida se trata de tener paciencia. Hay que ser positivo, tienes que poder tú con los palos que te da vida y no ella poder contigo.

Porque de verdad os digo que sí existe ese algo llamado karma y que las malas personas en algún momento de su vida recibirán su merecido. Todo el mal que les han causado a otros les volverá como si de un boomerang se tratara. Y se la devolverá pero inmensa. Como cada uno tenga lo que se merece, mucha gente en este mundo no lo lleva claro, lo lleva clarísimo.

¿No os habéis dado cuenta de que esas personas se van de tu lado y cuando tú dejas de luchar por ellas vuelven con el rabo entre las piernas diciendo que os echan de menos? Ahí amigos es cuando interviene el karma. Porque solo los estúpidos necesitan perder algo para darse cuenta de lo que ese algo realmente valía. ¿Y nosotros no queremos estúpidos en nuestra vida, verdad?

Porque le hemos dado segundas, terceras y miles de oportunidades a gente que no merecía ni una, y todo por qué, ¿por qué nos importaban?

En la vida tenemos que perder cosas para ganar cosas mejores. Por eso no llores, un final solo es el principio de algo nuevo, de algo mucho mejor.

No solo tienes que pasar página o cerrar el capítulo, tienes que quemar el libro o pegarle una patada y mandarlo bien lejos, como prefieras.

Cuando estés dando todo por alguien y esa persona no dé nada, no esperes a que se marche sin explicaciones, enséñale la puerta e invítale a salir. Porque así no se habrán ido, tú les habrás echado. Y si habrá un por qué y tú sufrirás menos.

Porque esa es la mayor venganza, la felicidad. Porque no habrá cosa que les moleste más que verte reír cuando un día intentaron hacerte llorar.

Porque a veces preguntamos buscando una respuesta y en vez de eso acabamos con aún más preguntas por resolver. No te atormentes, no te preguntes nada. Ha pasado porque tenía que pasar. Y es que todo pasa por algo, ¿verdad?

Muchas veces nos acordamos solo de aquello que hemos perdido y no pensamos en todo lo que esa pérdida nos ha hecho ganar. Porque la vida muchas veces es injusta, pero otras veces es verdaderamente justa.

Porque yo soy una de esas personas que han sufrido todo esto y por eso no creo que haya nadie mejor que yo para dar estos consejos. Porque yo he pasado páginas, he quemado libros, he caído para subir más alto que nunca, he llorado a mares para terminar siendo feliz, he echado de menos a alguien que ahora es totalmente indiferente para mí. Porque si volviera a atrás no escribiría nada en ese libro, no caería, no lloraría y no echaría de menos, eso es así.

Si me encontrará a la persona que era hace unos meses le diría todo esto. Para mí ya es tarde, vosotros aún estáis a tiempo.

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