sábado, 9 de noviembre de 2013

I used to cry, but now I hold my head up high!

Hubiera supuesto tan poco esfuerzo po tu parte, una explicacion, un como estas, un lo siento.. Pero a cambio yo solo recibi silencio. Tuve que curar yo sola todas las heridas que tu me causaste. Eras totalmente consciente de que estaria rota y sufriendo, pero como muchas otras veces te hiciste el tonto. Es mejor seguir con tu vida y desentenderse, ¿no crees? La gente entra en nuestra vida para dejarnos marca, pero esa marca no debería ser una cicatriz ni malos recuerdos de esos que te dejan un nudo en la garganta. Suelen decirte que no te arrepientas de nada pero yo os digo que eso es imposible. Yo me arrepiento de muchas cosas, ¿vosotros no? He hecho cosas que me hubiera gustado no hacer, he conocido a gente que me hubiera gustado no conocer, le he dado años de mi vida a gente que no merecia ni un segundo... Yo estas cosas si las cambiaría. Los daños, como los años, enseñan. Es verdad que a veces aprendemos a base de caer y dar con los dientes en el suelo. Es cierto, pero estoy segura de que tiene que haber una forma más sútil de aprender. Se debería poder aprender metiendo el pie y no la pata entera, tropezandote y recuperando el equilibrio antes de caer al suelo... Cada uno debería tener exactamente lo que se merece. Los justos, justicia; los injustos, injusticia; los mentirosos, mentiras... Y asi. No me entra en la cabeza como alguien puede hacer daño a otra persona a propósito, pero creo que si lo hace, ese daño le debería ser devuelto, para que sepa lo que se siente. No entiendo porque las personas buenas son las que viven los finales más tristes y experimentan los daños más dolorosos. Las personas buenas se están extinguiendo en este mundo. Ya de por sí hay pocas y encima a las pocas que hay se las trata mal y poco a poco se van enfriando. Ahora vuelves y yo te ignoro como hiciste tú infinidad de veces. Tú no me ayudaste a curar mis heridas y yo no seré quien cure las tuyas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario