Las dos y cuarto, los tragos amargos.

Me cuentan que no eres un tio legal, y yo no les creo. Me dicen que solo quieres hacerme mal, yo les digo que nada de eso. Dicen que me han visto llorar, que me hacen falta tus besos. Cuentan que ardemos entre tus sábanas cada vez que me echas de menos. He oido comentar que algún día fuimos eternos, que algún día hubo magia y fueron enormes las ganas de vernos. Cuentan que se torció, que pasamos a no conocernos. Dicen que nos volvimos a encontrar un septiembre traicionero con un año más y trozos de corazón de menos. Dicen que no supimos retomar lo que un día tuvimos y ya no tendremos. Dicen que yo lo intenté de todas las maneras posibles pero para ti todo fue un juego. Comentan que aún nos vemos de vez en cuando, pero que no hay seriedad en lo nuestro. Dicen que nuestras vidas cambiaron el día que mos dijimos adiós hoy hará un año. Cuentan que siguimos adelante pero que uno de los dos no pudo soportar el daño. Comentan que nos vieron hace nada de la mano por el barrio, muchos nos vieron y todos ellos juzgaron. Dicen que es extraño lo nuestro, que nadie sabe identificarlo. Comentan que ya no saben que somos, que nos están perdiendo el rastro. Algún día fuimos uno, ahora somos dos que alguna vez se dan la mano, que de vez en cuando se funden en uno para separarse a las dos y cuarto.