sábado, 23 de febrero de 2013

22.

Un abrazo, una sonrisa, un beso, una caricia, algo tan simple y que te haga darte cuenta de porque nunca antes funcionó con nadie más. Que te haga preguntarte porque te esforzaste tanto con otros si con ellos no iba a durar. No creo en el destino, pero creo que en cierto modo tenía que conocerle, le necesitaba. Este es uno de esos momentos en los que te preguntas porque no le conociste antes, te habrías ahorrado muchos errores y desilusiones. Piensas en todas las veces que has llorado por otros, te ríes, ¿qué otra cosa puedes hacer? Son cosas del pasado, cosas de las que dijiste que un día te reirías, y claramente hoy es el día perfecto para hacerlo. Me río de todos los que me dijeron que me querían y cuando las cosas se pusieron dificiles se alejaron y cuando volvieron solo fue para clavar más el puñal y rematar la jugada. Me río de cada gilipollas que creyó conocerme y eligió jugar conmigo cuando simplemente queriéndome podría haber ganado mucho más. Pero bueno, hoy si lloro es simplemente por pura felicidad. Siento como si fuera a vomitar un millón de mariposas y solo hago que ver su sonrisa en mi cabeza. Me encanta. Solo espero que este sea el primer día de lo que va a durar un montón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario