viernes, 26 de octubre de 2012

Evolución sentimental: positiva.

Me hablaste de tu pasado seguro de que yo formaría parte de tu futuro. Me prometiste para siempres que solo duraron un rato y pronunciaste "te quiero"s que al mes ya no sentías. Dijiste tantas cosas que resultaron ser mentira que te quise odiar. Me había creido todas y cada una de ellas, solo por el simple hecho de haber salido de tu boca. Ahí estaba yo, sentada en el suelo con la cabeza entre las piernas, rota, absolutamente rota y reproduciendo una y otra vez en mi cabeza todas las palabras que habías pronunciado en momentos determinados. Las recordaba todas y resonaban en mi cabeza torturándome de la manera más dolorosa que podía existir. A mis ojos no les quedaban más lágrimas que llorar y apretaba los puños tan fuerte que notaba como las uñas empezaban a dejar marca. Pero no sentía nada, solo un gran vacio en el centro del pecho que no conseguía llenar desde que aquel día me dejaste en la puerta de mi casa y te diste la vuelta sabiendo que no ibas a volver más. Respiraba con dificultad debido al tiempo que llevaba llorando, las mejillas me ardían y notaba los ojos hinchados. Te veía y te oía aún sin tenerte a mi lado, quería chillar, sacarte de mi cabeza aunque tuviera que golpearme contra la pared.
Fue en ese mismo instante cuando me dí cuenta de que se me estaba yendo todo de las manos, que la situación me superaba. No solo te había perdido a ti sino que me estaba perdiendo a mí por el hecho de no querer olvidarte. Me levanté del suelo, me lavé la cara y le prometí a mi imagen en el espejo que jamás volvería a verla en esas condiciones. Me dí cuenta de que era hora de ser fuerte, de decir lo hago y hacerlo. Fue así como conseguí olvidarte y fue cuando me dí cuenta de que ese tipo de sufrimiento era psicológico, que solo tenía que sacar fuerzas para levantarte, y que una vez arriba no habría quien me tumbara.
Porque la vida es así, cuanto más grande es la caida, más fuerte te hace. Pero llega un momento en el que eres tan fuerte que no te tumba nadie.

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