I came to fly.

Dejemos eso de vivir con los pies en el suelo a aquellos que tienen miedo a volar. Dejemos la cordura para los que no se han enamorado y volvámonos completamente locos. Criemos un sinfín de mariposas en nuestro estómago, hablemos con miradas y aprendamos a confiar. Porque estar enamorado es una de las más maravillosas y complejas sensaciones que vas a experimentar, una enfermedad fácil de diagnosticar, una abstracción total y absoluta del mundo exterior. Porque a un enamorado aunque le hables no escucha porque ve el mundo de otro color. Y en realidad es este gran sentimiento el que hace interesante la vida. Un día os conocéis y salta la chispa, solo basta una mirada, una sonrisa y desde ese momento estáis perdidos. Porque el amor es un juego de dos, un juego de miradas, un juego en el que si se juega bien los dos participantes ganan. No tiene reglas, todo vale. Siempre debes de dejar el miedo a un lado pues solo se vive una vez y las oportunidades son como trenes que pasan, se alejan y sabes que no van a volver. El mundo no fue hecho para vivir con miedo ni para perder la esperanza, fue hecho para pisar fuerte y a cada paso mejorar.