viernes, 15 de marzo de 2013

De Madrid al cielo, y más si es contigo.

Me sacaste de mi pozo para subirme a mil metros sobre el cielo, a la séptima nube. Siempre he tenido miedo a las alturas pero contigo es diferente. Nunca había sentido nada así por nadie, es tan... mágico. Cuando te conocí me dije que no te necesitaba, que no necesitaba a nadie, no hizo falta mucho tiempo para que me diera cuenta de que tú, y no otro, eras justo lo que necesitaba. La verdad, me da miedo todo y a la vez no me da miedo nada. No sé, últimamente he cambiado demasiado, he construido una muralla para evitar las decepciones. Pero contigo soy yo misma, es como si la muralla estuviera alrededor de los dos. Son cosas tan simples con las que me haces sonreir día a día... Has hecho que hasta me guste la rutina e ir a clase todos los días y creeme, eso no lo logra cualquiera. No sé, ahora mismo eres mi estrella, y no te quiero a perder. Dicen que tu felicidad no debe depender de nadie más que de tí mismo. Apuesto a que esas personas jamás se han enamorado. Es imposible no depender, no necesitarse. No sé desde cuando fue, el primer saludo, aquella vez que nos chocamos por el pasillo, nuestro baile en aquella fiesta, los abrazos, aquella tarde, el primer beso... pero ya no me importa ningún tío. Eres tú, el que lo ha cambiado todo.

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